Lectors

domingo, 11 de mayo de 2014

Excomunión

Otra vez hemos recibido un mensaje “subliminal” para que nos incorporemos a los profesionales que integran el grupo de cata de Vinari. Se van sucediendo periódicamente los llamamientos a la reflexión, a la importancia de una Guia como la nuestra en el sector, a la consideración de que son productos diferentes, a que el sector necesita unidad en alguna de sus estructuras.

También hablan de que todos han hecho algún sacrificio en beneficio de esa unidad; pero lo cierto es que, por ausencia de propuesta o ideario, en la gran mayoría de los casos el sacrificio solamente ha sido uno: han sometido su propia titularidad en provecho de la del director del concurso, que es el único que se beneficia de esa unión ficticia e irreal.

A falta de comprobar la evolución de todo el montaje, por el momento vinari ha sido una convocatoria insuficiente con unos resultados insuficientemente representativos por falta de quorum, y al mismo tiempo insuficientemente explícitos por excesivamente numerosos y por sospechosamente repartidos, casi democráticamente para que casi todo el mundo esté contento y participe de nuevo, seguro de tener premio, de nuevo.

Como ya dije antes en este blog, no creo que aporte nada a nuestra trayectoria “sumarnos” a este enunciado y a estos propósitos. Aunque, quizá, que se insista tanto debería ser para nosotros motivo de orgullo y satisfacción: debe ser importante para vadevinari que la Guia se alinee, si tantas veces se le llama a la puerta por activa y por pasiva. Pese a todas las razones que ya habíamos publicado en este blog, creo que ante la periodicidad de las peticiones de que nos incorporemos a la “nueva tendencia” -tal como la llamó el interesado- habrá que añadir algunas razones más, para ver si así ya nos dejan en paz respecto a este tema.

Uno de los motivos principales es una cuestión de imagen. Antes de las reflexiones, a un servidor le aparecen flashes de películas que me recuerdan a la situación real. Y no puedo evitar que un propósito tan pretencioso como la “unión del sector” deje de recordarme a esta escena, cuando se dirigen a nosotros:



Las frases de este papel de Agustín González siempre han sido impagables. Están en la misma línea de intolerancia secular que muchos hemos conocido siempre, pero que de un tiempo a esta parte va decayendo por falta de quorum. Exponen una autoridad moral desautorizada por los tiempos, desgastada por ironías como ésta de Berlanga y, sobre todo, por el fracaso secular del propósito para el cual se llama a la unidad. Malgastar la vida de uno por capricho de un cura faccioso, mandón e histérico es algo que hoy en día ya está en desuso. Hagamos el paralelismo adecuado y ya se perfila una respuesta por nuestra parte.

Por eso algo parecido le ocurre a vinari: el propósito sólo es la promoción, pero al final uno no sabe muy bien de quién. Por una parte, todos juntos por la promoción del vino catalán; y al que no quiera estar, se le llama la atención diciéndole, poco más o menos, “lo que yo he unido en la tierra no lo separa ni dios en el cielo”. Por otra, inevitablemente tiene que haber una cabeza visible de todo esto. En esa falacia cabe cualquier cosa, y es ahí en donde no nos encontramos cómodos.

A los que piensen que nosotros queremos estar en ese puesto visible, les hemos de decir que ya estamos ahí. No nos gusta la farándula, pero ya estamos en la cabeza de todos los profesionales del vino catalán y en una parte del público aficionado, a base de trabajo hecho. Regalar eso a vadevinari a cambio de 800 euros de publicidad en su medio y de no pagar el cubierto el día de la gala, poner siete años de trayectoria al servicio del bombo y platillo ajeno, parece un poco absurdo, más aún cuando no hay horizonte, ni proyecto, ni ambición, ni voluntad de aportar nada a ningún cambio o mejora. No lo haría nadie que no estuviera borracho perdido.

Además, poner como excusa la unión del sector para un propósito corto de miras y amarillo por completo no veo que tenga ningún otro efecto que la promoción del o de los responsables visibles del asunto, o quizá también conseguir la viabilidad econòmica de vadevinari. Ni siquiera creo que se trate de una maniobra maquiavélica, pero el diseño de todo el cotarro no propone nada más que eso, hoy por hoy. Eso seria legítimo si trabajasen exclusivamente con sus recursos, pero al involucrar nombres ajenos la cosa cambia mucho.

Quizá porque no es un capricho, a mí me cuesta identificar a la Guia con López Vázquez en ese corte. Pero sí que veo el mismo rictus de Agustin González, el cura, en el hecho de que vadevinari no cite ninguno de los actos en los que pueda participar La Guia: como por ejemplo, que todos los años haya publicado noticias del Tast de La Passió de Vilalba dels Arcs excepto éste, o que sólo la prensa internacional sea el motivo de cita de los vinos que seleccionan en su último libro Lluís Tolosa y Clara Antúnez, cuando hay bastantes referencias a las puntuaciones de La Guia, ya que ambos son personas con la cabeza muy bien amueblada.

Estamos excomulgados.

Qué bien se está así. En lugar de por lo bajini, se puede decir en voz alta eso de E PUR SI MUOVE.


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